sábado, 4 de noviembre de 2023

José Alfredo Jiménez tiene razón (la vida no vale nada)

 El hombre se asusta del sanguinario sustento de la naturaleza

De cómo las presas saben matar depredadores

La mujer se asusta del inhóspito hogar que puede otorgar una hembra que come sus crías 

Las gentes se asombran cuando viene la creación a liberar sus tensiones sobre los dominios humanos

Podemos entristecernos de lo que Gea hace con nosotros, por cuanto es inmensa e imparcial

 

Pero me extraña la indiferencia que pueden generar las ideas

Tanto que cada ser humano tenga un precio

Unos valen más que otros en la Tierra pero también en el cielo

Los inocentes podrán tener la muerte de su alma, según los hombres sabios 

Pero el confesador de pecados vivirá en la gloria

Incluso se purifica una vez a la semana, con la tranquilidad de su crédito de salvación 

Para generar iniquidad sobre aquello que no tiene voz, sobre el aire, el agua, el suelo, la vida silvestre , el pobre, el indio, el indefenso, él analfabeta, el esclavo moderno, la prostituta, el infante, el viejo y todo aquel sin condición de ciudadano, según las leyes del hombre.

 

Hay maldad. Nada es defendible, la locura masiva de tener la razón es un permiso para matar e ignorar el dolor humano, el dolor de la Tierra, el dolor del Espíritu.

Si tan solo hubiéramos  vivido según las Leyes de la selva, sabríamos que cuando la supervivencia es más fuerte que la crueldad no se necesita tener poder.

 

De que serviría medir el tiempo en attosegundos, crear elementos nuevos,  medir la radiación, conocer el ritmo de la vida y las hormonas que sirven para sentir amor, si al final un papel verde podrá permitir que un perverso use  lo poco que hemos llegado a entender para perpetuar nuestra existencia inmerecida, donde unos desayunan cereal por las mañanas viendo la tele  y otros pagan su comida con su cuerpo.

lunes, 7 de agosto de 2023

He de ser sin ti

He de mirar tu luz,

sin que tú te des cuenta,

sin que a ti te importe.


He de pensar en ti,

en lo que tú alma sienta

sin esperar que lo notes.


He de sentir al fin,

sin que te encuentres cerca,

hundido en mis sinrazones.


Todo he de concluir,

sin tus pasos en la acera,

sin que el alma los añore.


Has de dejarme solo

porque así es tu corazón

que no puedo describir.


He de mirarme

perdido en la espera,

escuchando tus silencios,

con tu eterna indiferencia

que acumulo en un veliz.


Y al final,

al igual que al principio,

he de ser sin ti...

jueves, 10 de noviembre de 2022

Tal vez

 Entre ciegos intentos estamos
perdiéndonos el uno del otro,
dejando en vestigios y despojos
lo que anhelamos siempre querer.

 

Han chocado cansados los ojos
ante todo ese tiempo invertido,
ante el huir y sentir el vahído,
y la nada que besa la piel.

 

Aquí estoy, sin esperar tus brazos,
sin criar promesas para el destino,
sin gritar lo que nunca se dijo,
y el alma dentro de aquel 'tal vez'.

 

Me quedo sin ti, aunque estoy contigo,
estoy presente, pero en tu olvido,
me quedo cautivo en lo prohibido
de tu desaire y lo que no fue.

 

De ti ya no quiero nada más,
sigue, sin pensar en mí, cariño,
no eres lo primero que he perdido
mas hiere vivir para perder.

domingo, 30 de octubre de 2022

A través

He sentido de nuevo tu llanto
corriendo en ese sutil abrazo,
entre los sueños de papel.


He visto tu voz imbuida en rabia,
mirar la agonía de la alegría,
que hace a tus pasos ceder.


Puedes sentirlo en la piel,
en esa piel que existe y que no,
que se diluye en el tal vez.


En la tormenta que vislumbras,
sin hallar un pequeño oasis
donde descansar o caer.


En ese sufrimiento que persiste,
que duele, que hiere, que mata,
en los mares sabor a hiel.


Queda suspirando en el aire
un vacío profundo en el existir
y tu alma sin poder responder.


¿Por dónde viaja ese dolor?
Que ardiendo puedo sentirle
calcinando los adentros de mi ser.


En dónde reposará ese dolor,
la tristeza que todos vivimos
con la soledad del atardecer.

sábado, 2 de octubre de 2021

Hemos regado nuestro corazón en las aceras

Dejamos mucha de nuestra vida
en otros brazos, en otras charlas,
en sueños que nunca llegan.

 

Dejamos amores inconclusos,
lágrimas hundidas en el alma,
besos, gritos y miles de promesas.

 

Se han alejado muchos rostros…
Se han quedado en la memoria
amigos andando en las veredas.

 

Se han ido algunos recuerdos…
La inocencia, la furia, la pena,
tardes y noches en las estrellas.

 

Y a pesar de todo seguimos aquí,
volviendo a dejar más vida,
volviendo a olvidar personas
y a amar con sus consecuencias.

 

Seguiremos sintiendo y perdiendo,
amigos, amores, noches en vela…
Siempre recordando que
hemos regado nuestro corazón en las aceras.

martes, 29 de junio de 2021

De ti y de mí

Aún hay muchas cosas de mí que no entiendo,
n
o recuerdo cómo pero me aprendí tu aroma,
aquel que cálidamente desprende tu ser, 
el aroma cuando piensas con flores rojas.

No sé, pero recuerdo el sonido de tus pasos,
el tintineo de tus pies mientras te enojas
o los suaves tiempos de tus sueños
que marcas siempre que no lo notas.

No entiendo cómo recuerdo tu piel,
las marcas de los años que pasan, 
las lunas que brillan sobre tu tez
y
 que hacen viajar a mis alas rotas.

Pero entre tanto vacío en mi memoria,
sé que me derrite el aroma de tu vaho,
que adoro el calor de tu respiración,
que sueño contigo y con tus palabras,
que te amo aún con las historias amargas, 
que estoy vivo gracias a tus rosas.

Hay tantas cosas que no sé el por qué,
todas las pláticas, los sueños, los años,
los recuerdos, los aromas, tu espera sin fin,
todos esos detalles que hacen que yo
aún tenga tanto que no entienda de mí.

 

domingo, 19 de julio de 2020

En un pequeño cuarto...

Camarada, fue hace mucho tiempo, pero aún recuerdo,
éramos jóvenes, extraños que se convirtieron en hermanos,
noches en vela encerrados en escasos metros cuadrados.

Singularidad entre los cauces del mundo, del universo,
un rincón escondido, un oasis dentro de este caos urbano,
amaneceres ocultos entre las calles que vieron nuestros pasos.

Ahí forjamos nuestras reuniones con furor y fuego fatuo,
con el humo de cientos de cigarrillos encendidos en las manos,
las cuerdas de las guitarras que tantas pasiones expresaron.

Pasaban nuestros corazones por millones de sentimientos,
alegrías que compartíamos entre las botellas y el canto,
las risas, las bromas, las palabras que al corazón llenaron.

Había tormentas que en la existencia nos torturaban,
pero siempre se contaba con los consejos, los abrazos,
las risas, las bromas, las palabras que al corazón sanaron.

Teníamos un refugio para las almas que son extrañas,
podíamos ser solo tres, a veces eran cientos de tragos,
era para todos los que lo vivimos un lugar mágico.

Qué buenos momentos vivimos, amigos míos,
más no somos tan jóvenes, el tiempo ha pasado,
pero ya dejamos de ser, por siempre, extraños,
seremos hojas que caerán del mismo árbol.

La existencia nos ha llevado lejos de todo eso,
ya no hay canciones en aquel pequeño cuarto,
ya no estamos ahí, riendo, viviendo, cantando,
podríamos pensar que todo se ha acabado.

Pero amigo, las vibraciones resuenan siempre,
lo que nació sutilmente en ese pequeño espacio
ahora viaja con nosotros, en nuestras manos,
cantaremos de nuevo, reiremos como antaño,
hermano, todo eso yo también lo extraño…

viernes, 17 de julio de 2020

Algo hay de cierto


Tal vez sea verdad lo que me dices,
tal vez sea que en esa mirada triste
se halle el dulce sabor de un recuerdo.

Puede que se esconda entre los matices,
más profundo que el dolor que se percibe,
 puede ser un secreto que llevamos dentro.

Quiero creer que todo lo que se ha pasado,
este morir en el ocaso, en los recuerdos,
es más que una cicatriz ungida en un sueño.

Me gustaría saberlo, sentirlo, entenderlo,
ver cómo el laúd de todos mis tormentos
riega las flores que brillarán algún día.

Quiero pensar que algo hay de cierto,
que de aquello que sentimos entre espinas
no solo son heridas ardiendo en el pecho,
que es importante toda esta agonía,
que algo de nuestros instantes es eterno.