En este delicado momento
conciente de que me voy
en medio de un mar de dudas
he decido empezar a pensar
y pedirte perdón,
no tengo derecho a tu amor
y perdón por la tristeza.
Antes de caminar
a mi ingrato futuro,
con mi alma escueta
y un rojo escalofrió
te confió que quiero verte contenta.
Hoy que esto tiene un final,
que todo parece despedida,
te regalo mis viejos versos,
y si llegara a triunfar
espero no los mal vendas
ya que esa será una prueba mas
de que un día te amé de verdad.
Y si al correr de los años
me ves sonriente
recuerda que solo aparento
porque tu, desde aquel día 27
te convertiste en mi musa.
Y si no digo que te extraño
es porque en medio del éxito
extravié el corazón
y yo mismo me ignoro.
Pero recuerda que tu mi amor
eres, has sido y serás
mi única y real inspiración.