jueves, 24 de diciembre de 2015

Acabará


Estoy sintiéndome lejos del sentir, 
gusanos entran por los labios rotos, 
escapan carcomiéndome los poros, 
vibra bajo pecho un último latir. 

Estoy huyendo cautivo del existir, 
ya sin vid y añorando los otoños, 
cansado por recoger los despojos, 
aroma a fuego infernal he de seguir. 

Carezco de vida uniéndome al vaivén, 
ahora tampoco la esperanza encepo. 
¡Adiós!... Un último baile en el edén. 

Hay mucho frío crujiendo en el cuerpo, 
nada que pueda imaginar como bien, 
pero acabará, para eso es el tiempo.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Sin Voltear a Ver

Qué será de mí con tu sólida ausencia
sino el cúmulo de emociones fibradas
dentro de la amarga penitencia
de mirarme en la derrota.

Qué sería de los versos inconclusos
dentro de aquel bar ilegal
de los sueños fundidos
en el mar de la soledad.

Alma mía, 
qué harás con toda la agonía
acumulada en las orillas de la cuidad,
oscurecida por la falta de nuestros años.

Qué pasará con esos lazos,
con tus pequeñas manos 
y con mis inconmesurados pasos,
ensoñados en un mundo 
que nunca podrá ser.

Por qué abandonar estos sueños híbridos,
de alcohol e instantes insípidos
que vimos con ojos rojizos 
por las lagrimas del amanecer.

No me faltas, no me necesitas,
pero te necesito y te hago falta
y en la llama arcana del estío
nos remembramos y nos olvidamos,
¿acaso es nuestro destino?

¡Anda pues!,
que el camino falta por ser recorrido.

¡Anda sin voltear a ver!,
 lo que nos falta en el intenso frío.

¡Anda pues!,
con mi corazón herido;
mientras yo he de recorrer el camino,
con el sueño imaginario de nuestro pasado
y el recuerdo sangrando en el vacío.

jueves, 20 de agosto de 2015

Después de la Espera


Ya no le llamaba con la esperanza de ver una respuesta suya, solo era el deseo incandescente de que supiera que aún existía más allá de la errante forma que vió en el último instante pasar. 


Ya había abandonado el sueño de hablarle, cada vez que dormía le platicaba el día y de ese modo jamás extrañó realmente su voz, estaba presente siempre en su mente aunque ya no estaba su cuerpo y su calor. 

Se había perdido la magia con la que amenazaba la melancolía de la vida, pero la magia de aquella mirada que fungió como alegría aún permanecía sin cambio en el corazón, todo era pasado y el tiempo se perdió de la razón. 

No quedaba mucho, pero lo que permaneció nunca sucumbió, recuerdos de días felices que nunca apreció, corazón fausto y profuso refugiado en noche sin luz ni ilusión. Vida y muerte eran para lo que el tiempo nunca perdonó. 

Y así dejó la espera de verle alguna tarde en el parque, en el jardín principal, en la estación de aquel tren que tanto los sintió andar, en los pasillos, en las aceras, en algún punto entre el cielo y el mar, ya no era quien le esperaba, ya no era, nunca más. 

jueves, 21 de mayo de 2015

Ideal

No, no te deseo,
me gusta como te sientes, como lo recuerdo,
como se hiere en el corazón atravesado,
el sabor eufórico, embriagante,
de la agonía que suscribe al todo acabado.

No, no eres tú, 
es el aroma cobrizo que sumerges en mi rostro,
por solo revivirlo, por tener la suerte de esos ojos
que parecen abrir las cicatrices del llanto.

Eres ese pensamiento, nauseabundo, somnoliento,
agotando el cauce en un valle quebradizo, reseco,
tanta espera sirvió para fundirse en el silencio,
afable conjugación junto al veneno de antaño.

Lo grité, lo escribí en las paredes,
lo rasgué en la piel con la braza de tus labios,
más sigue siendo la ausencia con su andar ofidio
que penumbra los días y las noches,
que aclama el final del cansancio.

Y ahora te espero, siempre te he esperado,
aún sin saberlo eras en mí alegría,
parte omnisciente dentro del pasado,
parte del mundo cuando termine todo esto,
futuro presente dentro del ocaso.

Eterna serás en el destino,
para lo que es mi vida eres un suspiro,
cuando llegue el fin serás el adagio,
serás siempre lo que me defina,
serás siempre lo que me deje presente
que la vida estuvo contigo
con cada uno de tus pasos.