Me siento inquieto, el teléfono suena en la habitación y por alguna razón tengo miedo de contestar, pocas veces me siento de esta forma y eso me perturba, finalmente decido levantar la bocina... una voz conocida es la que me habla.
-¿No me digas que estabas dormido?
-Puede ser...
-Tu siempre con tus respuestas al aire... dime ¿Que vas a hacer al rato?
-No tengo idea
-Entonces podrás invitarme una cerveza y después... ya veremos que pasa.
-¿Por qué estas tan segura de que pasara algo?
-Jajaja! te veo en una hora en el bar de siempre.
No hay más palabras, ella ya ha colgado, la mano me tiembla y una gota de sudor recorre mí frente, el corazón me late estrepitosamente, aún no estoy seguro de que es lo que esta pasando y peor aún, no estoy seguro de que es lo que voy a hacer... por varios minutos permanezco de pie y en silencio... -Debo bañarme- es la única tontería que alcanzo a pronunciar, el agua esta fría no hay tiempo de calentarla, se me hace tarde para verla, para ver a mí Selene...
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Estoy por llegar al bar en donde ella me ha citado, mí corazón late fuertemente y varias son las dudas que me castigan a cada paso que doy, pero no hay tiempo para poder pensar en ellas, ella me espera y ya voy retrasado. Finalmente llego al lugar, Selene esta sentada frente a mí, sus dedos tamborilean en la mesa, se ve algo impaciente, de repente ella alza la mirada y con una sonrisa me dice:
-Llegas tarde
-Lo lamento- ¡Dios que hermosa se ve! Se ha dejado crecer el cabello y se lo pinto de negro.
-Siéntate no voy a morderte- No logro pronunciar palabra alguna, mí corazón late cada vez más rapido y no puedo dejar de verla.- ¿Qué te pasa, te vez algo raro?
-No lo sé, es solo que hace tanto que no sé de ti y para serte sincero no estaba seguro de que fueras a venir.
-¿Por qué no iba a venir...? Bueno no respondas eso, ya estoy aquí, disfrutemos el momento- Me siento feliz por estar frente a ella, pero una duda me carcome el alma desde que hablamos hace casi una hora, debo preguntarle... debo saber.
-¿Por que me llamaste?
-Solo quería estar contigo... verte una vez más.
-¿Una vez más?
-Si... ¿Acaso es tan difícil de creer?
-Tal vez... después de todo hace meses que no sé nada de ti.
-Lo sé y me disculpo por ello, pero sabes como soy y como son las cosas entre nosotros.
-Tal vez por eso me molesta.
-Si esto te molesta entonces ¿por qué has venido?
-No lo sé, costumbre quizas.
-¿Eso es lo que soy para ti?
-La verdad ya no sé que eres para mí...- El silencio se hizo entre nosostros por unos instantes, no recuerdo quien fue el que lo rompío, pero ya no hablamos más del tema... la tarde continuo y las cervezas circulaban en nuestra mesa, una tras otra fueron alterando nuestros sentidos... Selene tenía razón al decir que algo podría pasar esa noche y la verdad yo también lo deseaba, sin embargo, las cosas nunca son lo que parecen.
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He despertado a lado de varias mujeres siempre con la esperanza de que al abrir los ojos me encuentre con ella y después de varios amaneceres por fin ella esta a mi lado, y sin embargo, me siento vacio... ella murmura algo a mí oido, sus palabras pierden sentido en mi cabeza:
-Te amo- es lo que ella me dice, hubiera dado lo que fuese por escuchar esas palabras tiempo atras, pero hoy es diferente.
-Sera mejor que nos vistamos- ella me mira con incredulidad, no me dice nada solo toma sus cosas y se marcha.
-Pense que aún sentias algo por mi- es lo único que dice antes de azotar la puerta tras de si.
-Yo tambien...
Noches enteras he pasado pensando en Selene, miles de veces he pronunciado su nombre con nostalgia y otras tantas con ira, pero las cosas han cambiado y no entiendo el porque, mí mirada se pierde en el horizonte de la pared, ya no tengo en que pensar, ya no tengo nada... incluso ese cosquilleo que me decía que había olvidado algo, incluso eso me ha abandonado; el teléfono suena en la habitación... ya no me importa.
FIN
