Corro, grito y me escondo
de mis temores y mis alegrías,
no me comprendo ni un poco
y empeora con el pasar los días.
Busco soñar de nuevo con lo eterno
y alejarme de los antiguos caminos
pero encuentro belleza en esos terrenos
y miseria en los mismos dominios.
Huyo hacía un lado y termino en otro,
circundante en un juego utópico
de felicidad y amaneceres tranquilos
y en uno que es todo lo contrario.
La mente es un satélite sin sentido,
una pieza mas de los pensamientos,
que rodea siempre las mismas ideas
abandonando el movimiento del cuerpo
en el febril estado sin tiempo.
Estoy aislado en un lado del mundo
y al mismo instante alejado del mismo,
me refugio dentro del doble ser
para dejar de ser por un momento
lo que me llevo a este abismo.
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