jueves, 25 de abril de 2019

Para el fin

¿Qué tengo para ti?

Solo existe dentro la agonía,
no puedo ofrecerte nada de esta vida
que no sean las heridas dentro del corazón.

Solo tengo para ti, querida,
las lágrimas en el atardecer vertidas,
la sangre perdida dentro de cada pasión.

¿Qué quieres de mí?

Sabes que nada me sabe,
que las estelas vagan entre los mares
amargos, huecos, vacíos de toda emoción.

Tengo este saber despreciable,
tengo esta sensación de ser miserable
de entender que será más grande el dolor.

Y sigues aún aquí...

Esto es lo que te puedo dar:
el dolor de perder en las buenas,
las memorias de añoranzas plenas,
el agobio de cada error en el azar.

Lo que ya no podré mirar,
las estrellas, la luna, las noches,
el frío, el invierno, los estertores,
las calles que llené de bella soledad.

Lo que no podré recuperar,
la alegría de los días, los amores,
el deseo de bailar, el aroma a flores,
el poder morir con toda tranquilidad.

Los libros que vi pasar,
las letras bañadas en las lágrimas,
la insondable esperanza ahogada,
lo que a mi alma hizo tanto mal.

Es lo que más pude valorar;
te ofrendo lo que más me importa,
son mis sueños y mis notas rotas,
Ahora dame tus brazos, quiero descansar.

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