Amor, perdón,
el tiempo pasó y no entendí
que en ti
la risa se fundió en dolor;
y yo,
que siempre oculté mi sentir,
y al fin
tus manos dijeron adiós.
Corazón,
lo siento si en mi soñar,
y andar,
sentiste en un sueño perder
a aquel
que siempre juro intentar.
Siempre supimos que no habría paz,
pero no dejamos de ir más allá
y nunca te dejé de amar.
Adiós, amor,
lo intento y no logro hallar
calma
por lo que el pasado dejó
aquí
en torno de nuestro final.
Nunca te quise herir de verdad
pero el fuego dentro empezó a arrastrar
lo bello y lo horrible de esta realidad,
más nunca olvides que aquí ahora está
la sombra que existe por tu palpitar,
yo vivo y muero de amar.
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