lunes, 5 de marzo de 2012

Requiem

VII

Requiem
En el Cenit de la Soledad de Enero

¡Si, mírenlo todos ustedes!
Estoy embriagado por el silencio,
por la sensación que genera
este abismo incontenible
de la cuerda circundante
que viaja entre la nada y el vacío.

No negarán su estéril existencia,
en todos se ha acomodado
y el miedo que causa mirar
sus incandescentes ojos negros
no cambiará en nada el efecto
que causará en nuestros recuerdos.

Ha nacido con nuestro pensar
a pesar de que sea profundo y errático,
más normal de lo que parece,
muy distinto con cada noche,
reproche ante todo lo que perece
en este vivir, nauseabundo y problemático.

Yo a su ser me he entregado,
temprano o tarde todos lo aceptamos,
es para todos destino innegable.

Dejaré un réquiem entre las líneas
para mi féretro húmedo y ahora frío,
de este "no descanse en paz" serán testigos,
estoy en el oscuro mundo insondable.

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