-La mesa, las sillas, incluso la cama, todo sigue igual; en
la casa nada ha cambiado, aquella gotera que inundaba nuestra sala todas las
noches de lluvia prometo que el próximo domingo la reparare y aquella rama que
chocaba siempre contra el cristal de la recamara ¿la recuerdas?
Apenas ayer la corte, ya no interrumpirá nuestros sueños… ¡Y
aquel tulipán que tanto te gustaba, pero que jamás floreció! Hoy en la mañana
me pareció verle una pequeña flor,
seguramente será solo la primera de muchas que tendrá, creo que solo necesitaba
tiempo y amor, sé que estarías orgullosa de el…
-ELLA NO ESTA… (Sollozos se escuchan en la habitación)
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