Mis temblorosas manos toman
aquel pedazo de cristal
que ante mis pies ha quedado;
su filo corta mi piel
y su reflejo destroza mi interior,
una imagen que nunca fue
y un recuerdo que jamás sucedió...
Las lágrimas que de mi emergen
se pierden con la sangre de mis manos,
y un dolor indescriptible atraviesa mi corazón,
no comprendo que pasa,
mi mente esta en blanco
y siento que algo se escapa de mi interior.
El ruido de una sirena
interrumpe mi delirio,
veo una luz, quiero ir a ella.
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