Papel y lápiz en la mesa
y yo los ignoro,
una botella de vino a su lado
y en la cava la coloco,
un rayo de luz ilumina mi habitación
y las nueve musas me llenan de emoción,
una lluvia de ideas cruza mi mente,
bellas rimas e historias sin cesar
nada es lo que escribo,
la alegría se dibuja en mi cara
al compas de una bella sinfonía…
Un impulso me hace tomar aquel cuaderno rojo,
un par de líneas y ya no me importa escribir,
mi felicidad es mía,
no quiero compartirla con la eternidad
un par de llamadas y mi alegría se extiende
aquellas personas están aquí…
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