Las mariposas muriéndose.
Las fantasías se apagan,
deseo ya inexistente.
Los colores se tornan
a un apagado gris,
las pocas palabras
ahora duelen.
La paz una vez hallada,
ya jamas encontrada.
Al golpe de la palabras
una gran montaña creada.
Las serpientes hablaban
y su veneno escupían,
falsos rumores decían.
El rió obstruido,
el aire puro contaminado.
Naturaleza muerta por doquier
hasta donde los ojos lleguen a ver.
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