sábado, 1 de diciembre de 2012

Carmesí


Te beso, te abrazo, te siento y te rodeo
con todos mis defectos, con mis palabras,
con lo que he encontrado en esta vida
para poder vivir tus labios, tu mirada.

Intento seducirte, enamorarte, hacerte sentir,
pensar... en mi espera, en mi desesperación,
en extrañarte, en extrañarme, en estar juntos
por un lado y otro, por el mismo, por el sol.

Ahora ataco por otros versos, otro parecer,
te digo lo que siento al pensar en tu olor,
busco hablarte con la claridad de tu voz
y la firmeza de tus andares en el atardecer.

Pero mantienes el silencio en el viento,
y mis emociones tiemblan ante todo ello,
mi boca se detiene fríamente, esperando,
soñando que hablas hacia los adentros.

Me siento torpe, infantil, ingenuo, tonto,
por estar tratando algo incomprensible
por tratar en ti lo más imperceptible,
y en mí nace con ello un poco de enojo.

Y así, callada, estática, lítica, hermosa,
tomas un respiro delicado, casi un suspiro,
para sonreírme, para alegrarme, para mí...
y de nuevo te beso, intento, ataco, mantengo,
todo por esa sonrisa tuya, tus labios carmesí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario