sábado, 2 de febrero de 2013

Amaneceres


Eres sabor amargo, amargas la vida,
amargas los días, amargas el llanto,
hundes mis estrellas bajo tu manto
soy un peón entre tu sonrisa.

Sueños eres, en sueños presentas
mi alma herida entre tus manos,
mi sangre turbia en tus labios,
soy un cordero para tu ofrenda.

Lunar es la presencia que impregnas
en los andares de mi oscura muerte,
en el dolor ígneo de no poder verte,
en mis ojos, en las áureas monedas.

Temibles son tus reflejos en el aire,
tu mirada esculpida desde siempre,
desde el nacer marcada en la frente,
en la piel, en cualquier instante.

Amanece en este lago de cristal,
ahora todo es ruina desde aquí,
mi amor alejado por seguirte a ti
con todo lo que llegué a desear.

Y qué más da morir en la tierra,
qué más da arder en la hoguera
si tu existir es tan lejos de mí...

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