martes, 21 de febrero de 2012

Requiem

V

El Puente

-
¡Oye tú, amigo!
tu que viajas sobre mis hombros,
¿podrás regalar un cigarrillo
a este espíritu atormentado?

Tal vez, amigo,
lleves dentro de tu veliz
un poco de sueño ligero
para descansar por fin.

No pienso hurtar
tu tranquila andanza,
es muy noche para salir
y siento que sabes de mi plegaria.

-
No creo tenerlo
eso que tanto necesitas,
pero es claro que no es vicio,
no es sueño ni un sendero.

Yo te lo prestaré,
un poco de mis entrañas,
vierte dentro de esto
el dolor que tu extrañas.

Ahoga ahora todo eso,
sigue caminando y luego regresa,
aquí estaré esperando tus pasos
para que liberes tu alma presa.

Tomarás lo que vives,
dejarás en polvo lo que mueres,
beberemos debajo de este puente
y olvidaremos lo que a ti te hiere.

-
Y mis pasos no dejaron de moverse...

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