domingo, 27 de octubre de 2013

Segmento

Aún recuerdo esas palabras que no dijiste por un temor sin fundamento,
aún miro materializarte espontáneamente  en parajes inmensamente distantes,
dejándome aquí, tan lejos de ti y de tus pensamientos, 
subyugado en el vahído  que tus sentimientos provocan dentro,
sublevado ante la esperanza  que huye durante el insomne sueño,
comprimiendo la razón  al pensar en todo lo vivido,
en lo que será de nosotros  en el acontecer del invierno, 
de todo lo que ahora es nuestro tiempo suspendido.

Me dejas entonces 
con un segmento de vida al filo de tu ser
aferrándome a la necedad de quererte,
a esa insondable brasa que funde todo lo que fue,
esperando mirar tu silueta en el rojo del atardecer,
esperando a que me mires como lo hacías el día de ayer.

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