domingo, 28 de marzo de 2010

Aquel que envidia a las nubes

Le tengo una gran envidia a las nubes,
aquellas que juguetean todo el día
sin preocupaciones, sin temores, sin angustias,
andando libremente en el cielo.

cada vez que las observo
me doy cuenta de lo tranquilas que están,
y en algunas ocasiones inquietas
como si el viento las moldeara a su gusto.

Nunca se preocupan por nada:
ni por aquella sociedad tan decadente y egoísta,
ni mucho menos por cosas materiales
¿Acaso no es eso digno de envidiar?...

Algunos me dicen soñador y loco
por admirar tanto tiempo al cielo,
pero prefiero verlo con su tranquilidad y hermosura
y no a la tierra decadente y agonizante.

Yo sueño con aquel día,
el cual pueda ser como las nubes,
tan lleno de vida y sin preocupaciones
y disfrutar la vida como se le merece.

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