domingo, 28 de octubre de 2012

LA FOGATA


Noche tras noches  su presencia  te arropa,
su calor te cobija, su  fuego decrece…
imágenes fantásticas  sus llamas crean
y las sombras que la pared reflejan
curiosas y atractivas se han vuelto,
una risa el lugar invade,
una charla y quizá un poco de lágrimas después,
las llamaradas son más débiles cada vez…

Un fuerte viento agita las brasas
y por un minuto el pequeño incendio
grande y majestuoso se ve…
solo para después
apagarse poco a poco…
a penas y brilla, no da calor,
su luz se apaga…
ya no hay nada que alimente el fuego
y la fogata soy yo…

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