jueves, 22 de abril de 2010

Amigo

Sostén en la mirada la verdad
que no permitiré otra cosa distinta,
llevar en la frente la virtud
y olvidar mi inútil ironía.

Imagina por un momento mis palabras
bordeando tus ensayos fracasados,
permíteme ser alguno de tus errores
y que puedas ver en mí por un respiro
la lluvia cayendo estrépita en tu rostro.

Inténtalo por aquello que guardas
y por todo lo que se ha abandonado,
considera que mucho te he estorbado
pero no quiero seguir haciéndote daño.

Se por un recuerdo distante la compañía
que se necesita en todo paraje del sueño,
no reniegues, que de ese modo me alejas
de las sospechas acerca del futuro.

Esta en tus manos situarnos en la vereda
de manera alejada pero siempre unida
en los surcos dentro de la café arenisca.


Dedicado a la persona
que bautizó estas líneas.

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