Has de saber mis motivos,
las razones dentro del corazón
que nadie podría entender.
Puedes tener de mi ser
cada sorbo de mi existir.
Tienes la capacidad de cambiar
mis opiniones por las tuyas.
Me miras con indiferencia
cuando quieres algo de miel.
Soy en muchos aspectos
uno de tus fieles esclavos,
tu siervo siempre incondicional.
Las noches he dejado de soñar
por buscar el camino dirigido
a las cosas que son insondables
para traer a tus manos sus secretos
a costa de mi esperanza.
Entonces dime por qué pides
siempre algo más de mí,
cuando soy solo un errante,
un solitario misterio,
que nunca sabe qué hacer
para encontrar la forma
de regresar del cruel destierro.
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