lunes, 24 de enero de 2011

ACUSACIÓN.

ACUSACIÓN.
Que de Safo poetisa hija soy,
Dice la duda en su morada
De pensamiento y colcha rosada
Que duda hasta el día de hoy.

Necesario es olvidar tal noción,
Porque no es lo mismo a una hermana amar
Que en ella amor intransigente buscar,
La duda es equivocación.
A una hermana veo en su hermosa manera
Y encuentro deleite en su mano tomar,
Aflicción que el destino la venga a alcanzar
Y alegría que varón halle en ella quimera.

Mi pensar no hubo fabricado deseo,
Ni de olerla cual rosa clara,
Ni de adquirir su persona cara,
Sólo con amor de hermana la veo.
Dichoso será el pronto día
Que su juventud e inocencia restringida
querrá huir, con la virtud comprometida,
Y cuando de felicidad se ría.

Será el día en que coja su mano un caballero,
Que vele en pos de ella, que le vea dormir,
Como toda hermana que merece ignorar el sufrir;
El príncipe de su nombre hará un bolero.
Hija de Safo poetisa no encuentro
Ni en mi más animal pensamiento,
No es amor extraño ni deseo prohibido,
Es amor de madre que no ha concebido.
Tan susceptible es la vista a engañar,
Y tan necia la razón para entender,
Que como madre, para amar,
El amor de un hombre es menester.

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