Alérgica me es tu cercanía, hombre nuevo.
De algo me has contagiado, de algún dolor sin vida,
Me apartas la merced de la envidia,
Por tu viejo dolor, que me inyectas, voces elevo.
Cuanto me he ahorrado de vergüenza,
Tus palabras describiendo tu pasado,
Cuando fuiste hombre sombrío y asesinado,
Pero revivido de un amor que parece violencia.
Hombre nuevo, me enseñaste la cara del placer,
Que el sobrio maldice y el briago enaltece,
Y por acto de corazón humano, tu corazón aborrece,
Y me adviertes, en mis caminos pueriles, no conocer.
Eres hombre nuevo, la presencia de lo desconocido
Para mi vida, un atajo que acorta las penas,
Y del más grande vicio, rescatado y testigo,
Agradezco que tu consejo conmigo, sostengas.
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