lunes, 30 de mayo de 2011

Locura

Estoy loca. Por alguna razon todo aquello que debiera ser objeto de cariños, besos y palabras lindas no recibe mas que reproches y hasta maldiciones, aunque sin ser dichas…

En los días de juventud que me atormentan hoy , no hago mas que usar mis ojos para compararme con cuanta doncella pasa al lado del camino: siempre son almas joviales, sonrientes, dulzura todas ellas, elogiando el corazón de su origen, y su boca, sus ojos, sus abrazos. Yo en cambio me pregunto si alguna vez sentí cosa parecida por el corazón de mi origen…¿qué culpa tengo yo de no ser como hubiera deseado su voluntad? ¿para qué si no hubiéramos podido lidiar tantos años?

Ojalá hubiera podido decirle algunas palabras de amor, darle algún afecto, un cariño sincero, sin vergüenza, sin hacerlo solo porque asi debe ser, sino porque asi debería sentirlo yo. Pero no siento nada, y ya no puede pedirme que lo intente, porque Su Naturaleza no cambia.

Así como jamás creí en la Tonantzin del Citlaltepelt, sigo yo sin creer que encontraré en nadie la figura amorosa de mi Tonantzin de carne y hueso, en vista de que ella misma ha revelado su corazón como diamante: nadie hasta ahora lo ha podido ablandar…

¡Y yo loca por buscar una manera de ser amada así por ella, así como dicen que debe amar una madre!


No hay comentarios:

Publicar un comentario