Veme aquí de nuevo,
tallando los diamantes de tu recuerdo,
mirando los cielos,
buscando hallarme entre tus sueños
y con mi necedad
que me ata al corazón en vuelo.
Me quiero despedir
pero en el mismo instante no puedo,
qué nos esta pasando
que no siento el destino ni el cuerpo,
estoy pidiendo ayuda
pero respuesta ahí no encuentro.
Recostado en la cama
siento tu presencia jugando a mi lado;
escribo en un papel
lo que de mi aún no has escuchado,
tengo miedo de leerlo
pero la moneda ya la he lanzado.
Me levanto al fin,
el regreso en mi vida no he contemplado,
así lo he decidido,
en el pasado no tendré ese momento
que desde niño
en los soles he estado añorando.
Ya no lloraré más
puesto que he de encontrarme contento,
en el pensamiento tuyo
y también donde el horizonte nace,
en aquel arcano lugar
en donde estaremos cerca y muy lejos.
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