lunes, 10 de mayo de 2010

URBANIDAD

El suave manto de los dioses
sobre mi ciudad nuevamente ha caído,
los faros de los autos
con su luz las calles ya han iluminado
y así a la noche nueva vida le han inyectado,
una vida de urbanidad, una vida de ciudad…
el murmullo de los arboles
que al chocar con la suave mano del viento
formaba una bella sinfonía
al compas de un lago que ya ha dejado de existir,
con el paso del tiempo y del progreso
fue siendo opacado por el ruido
de una ciudad que nunca ha de dormir;
la tenue luz de la luna que alguna vez brillo
sobre un fondo azul cristal
hoy se pierde sobre la inmensidad
de millones de ases de luz se sesenta watts
y así la música de una noche de luna
poco a poco muere con cada árbol derribado,
con cada persona que en vez de fijar
la mirada al cielo y a las estrellas
están frente a un monitor…
navegando en la red…

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