De frente

Ayer te ví, pero te ví diferente,
ayer al verte pasaron cosas,
cosas raras, cosas locas,
gotas frías de sudor por mi frente.

Entre el ébano de tus cabellos,
se escondían la gracia y luz de tus ojos,
sus lágrimas me reducían a despojos,
me acariciaban suavemente sus destellos.

Hoy te veo, más no te toco,
hoy regresó a tí la monotonía
que invariablemente tu rostro ensombrecía,
¡ni llanto ni gozo! ¡así me vulevo loco!

Al ocaso del día presente,
busco la chispa que se esfumó de tí,
busco la fuerza que me faltó a mí,
y me convenzo a mí mismo de mirarte, de frente.