martes, 1 de junio de 2010

Azar

La mirada vuela entre las plumas de los arcángeles,
esta osadía cometida me lleva muy lejos del edén,
asalta de mis noches el sueño tan apreciado,
me abandona entre los pliegues de mi alma.

Esta vez la moneda ha caído a mi favor,
pero la transparente mano que la ha arrojado
exige de mis sueños un pago por ello.

No entiendo sus extraños movimientos,
mucho menos el idioma prohibido,
pero por cada instante de incomprensión
su enojo se vuelve simplemente incontenible.

Así continuo el camino que llene de espinas,
le miro recorriendo conmigo la vereda de arcilla
y sigue gritándome con mucha desesperación.

Mas yo permaneceré tranquilo con los pies sangrantes,
sé que nuestros pasos se juntaran en el horizonte
y su furia será descargada en mis hombros,
me reconforta saber que cuando llegue ese día
llenaré nuestros vacíos con miles de rosas.

1 comentario:

  1. Abrir los ojos nos condena al exilio, una simpl lucha por sobrevivir...

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