Anoche noté tu ausencia,
sentí la vacuidad de la habitación,
el veneno puro de la presencia
de la memoria de tus besos.
Vacilantes mis pasos me dirigieron
a la cama completamente vacía,
como el hogar de la azul ave
que anido en mi corazón.
Tomé en mis manos la almohada
con el deseo de encontrar en ella
tan solo uno de tus cabellos,
tus manos flotando en el ambiente.
Sollozante me hallé en la soledad,
no te encontré en ninguna parte,
no sé si tú me buscabas,
espero que lo estuvieras intentando,
no importa si solo es
en alguno de tus recuerdos.
La noche me consumía terriblemente
y el amanecer parecía no comenzar,
mi alma se mutilaba en el dolor
de estar lejos de tus brazos.
Anoche noté tu ausencia,
era un sueño quimérico
o visiones del futuro,
de un futuro que no quiero
en mi camino encontrar.
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