No me encuentro nada bien,
quiero decirte algo pues
siento que es posible que
no vuelva a ver el amanecer.
Tomo una hoja y escribo,
paso mi mano sobre ella,
mi muñeca con mucho movimiento
¿qué es lo que te digo?
Recorro una y otra vez la pluma,
volteo a ver lo que te escrito
pero no hay nada en la carta,
siento palabras pero no las veo,
esta sensación me abruma.
El silencio deja de existir
mientras yo le esté corrompiendo,
esta hoja de nada ha servido
tomo otro papel para decirte
lo que mi corazón ha de sentir.
Pero seguir intentándolo está de más,
dejo mi cometido por esta noche,
para qué decirte lo que estoy pasando
si sé que pronto lo sabrás.
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