sábado, 23 de octubre de 2010

Pelaje Blanco

Amanece.

El sol intenta filtrarse entre las nubes aritficiales de la ciudad. Mientras, abajo en su madriguera un singular lobezno se prepara para el día.

Luchando contra el llamado de su lecho (que le invita a seguir alejado de su realidad) se decide por fín a continuar la rutina. Cambia sus ojos por otros que le gustan más aunque sabe que son falsos, toma un respiro y sale a enfrentar la vida.

Este lobezno (como todo lobo) tiene en su sangre el llamado de la jauría, sin embargo prefiere mantenerse alejado porque se sabe diferente y lo diferente, lo asusta.

Su pelaje blanco es hermoso y él lo sabe, quien se le acerca lo nota mas cuando alguien lo reconoce, el lobezno insiste en negarlo: Quiere ser diferente, pero no acepta la diferencia (lo asusta).

A veces, se siente solo aún en compañía; a veces aún solo se siente completo. ¿Cuál es este gran misterio?.

Cae la noche y llega el éxtasis. Lobezno, descansa.

2 comentarios:

  1. Has intentado cambiar de forma poetica, mas bien hacia la redacción...tal vez no pueda ver yo más allá de lo que dices, pero me gusta como lo dices, omnisciente, como si tu fueras la criatura...

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